El Discipulo joven se acerca a al Sabio y le dice
- Maestro quiero aprender y encontrar a Dios, y realizarme divinamente. Pero aun siento deseos de fiestas y placeres terrenos. ¿Es que ud acaso no siente estos deseos? Y es que tambien tengo deseos de armar una familia y casarme pero ud dice que eso me aleja de la realización, no logro comprenderle.
El Maestro Sabio lo mira y le dice:
-No tengo deseos de cosas mundanas, ni terrenales pues al igual que el niño se siente atraido a jugar con tierra y barro. Al crecer estas cosas ya no le llaman la atención y deja esta practica. Cuando crezcas espiritualmente ya no querras estas cosas terrenas. Y te digo en verdad que El hombre suele creer que forjará primero una familia y luego se dará la ocación de encontrar a Dios. Pero de cierto de cierto te digo que existe escaso control del hombre sobre sus sentidos, estados y emociones. Aun es demasiado voluble a su medio ambiente. Si Sigue con el curso de ser dueño de casa se verá aproblemado por las responsabilidades y deberes familiares mundanos. Y es asi como el hombre llega a olvidar incluso dirigirle una minima oración a Dios.
Da los pasos de forma correcta. No te apresures.
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